Barcelona, un ejemplo de ahorro de agua potable. Las cifras
de consumo de agua en la capital catalana han ido descendiendo desde la sequía
de 2007-2008.
La población ha tomado conciencia de la necesidad de ahorrar
agua y lo ha estado haciendo de forma ejemplar en toda Europa.
Ahora es necesario afianzar las cifras, para que incluso se
pueda aumentar aún más el ahorro. De continuar este bajo consumo se puede
evitar la construcción de nuevas infraestructuras que conllevan aumentos en las
facturas.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda utilizar un
mínimo de 100 litros de agua por persona
y por día para la higiene. En el año 2010, el consumo per cápita fue de 108
litros por día. Las cifras continúan descendiendo entre el 2,5 y 3% cada año,
estando por debajo de la media de España y muy por debajo del consumo de las
ciudades europeas que promedia los 150 litros.
Además, una campaña de fomento del ahorro se llevará a cabo
en 49 municipios que conforman la Red de Ciudades y Pueblos hacia la
Sostenibilidad. La misma consiste en la distribución gratuita de 22.000
dispositivos que permiten reducir el consumo del agua hasta un 50% con sólo
colocarlos en los distintos grifos de las casas.